La cinta de correr es una máquina que está desde hace muchos años, mientras que las bicicletas elípticas tienen menos tiempo en los gimnasios que la cinta. La cinta de correr es ideal para aquellas personas que desean entrenar para correr en una competencia, como una maratón o una media maratón.
El primer momento detrás de la cinta de correr es la simulación del movimiento que se haría al aire libre, sin la necesidad de desplazarse, por lo que se consiguen prácticamente los mismos efectos que al caminar o correr fuera de casa. También, el entrenamiento en la cinta de correr implica un constante impacto de los huesos con el suelo, lo que ayuda a fortalecerlos.
No obstante, este impacto en las rodillas puede ser perjudicial para personas con problemas en las articulaciones, cosa que no pasa con la elíptica. Debido a esto, la bicicleta elíptica es popular entre personas mayores y en rehabilitación. También es aconsejable cuando se busca realizar un entrenamiento cardiovascular más eficiente, ya que la elíptica pone a trabajar a todo el cuerpo, no solo la región media-baja.
Los dos tipos de máquinas son capaces de simular factores como la resistencia e intensidad del ejercicio, y tienen aparatos medidores de pulso, calculadora de calorías quemadas y distancia recorrida. Por lo que la opción de la máquina correcta depende de las necesidades y limitaciones de cada persona, y del tipo de ejercicio que se quiera realizar.
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